Menú
Buscar

CARTA DE BALANCE DEL INFAUSTO 2021

Muchos de nosotros, casi todos diría yo, acabamos el 2020 deseando con fuerza el final de la pesadilla de la COVID19, pero 2021 empezó con una ola que más parecía un tsunami, los EPIS se convirtieron en una segunda piel y el trabajo solo parecía aumentar, y aumentar. Pero brillaba el inicio de la vacunación, y todos estábamos esperanzados.

2021 empezó como acaba, surcando olas del mar furioso, pero con un arcoíris asomando entre las nubes de la pandemia, la vacunación que tantas horas de trabajo y sudores fríos nos ha supuesto, hasta llegar al más absoluto agotamiento, surten efecto, y la gente no muere en masa como hace un año.

2021 acaba con una bruma espesa en mi corazón, que estoy trabajando para disipar, cuesta esfuerzo, lágrimas y desesperación a ratitos. Pero, y esto es lo más importante, acaba con la determinación para salir de esta y el convencimiento de que no me voy a rendir nunca, hasta que vuelva a ser… casi como era. Como era, pero sin una mochila a la espalda cargada de mierda y piedras que no me corresponden, y con la determinación de asegurarme de que merezco cuidarme para así poder volver a ser la persona que soy.

Así que voy a realizar un ejercicio de análisis y agradecimiento de lo acaecido en este infausto año.

Enero empezó con una Nochevieja en familia, con esa a la que escoge; recogidos en casa como manda el sentido común, como lo hacía y por desgracia sigue mandándonos la actualidad sanitaria; pero mirándolo por el lado bueno, esto está haciendo que las personas nos unamos cuando vienen mal dadas…sobre todo es cuando hay que hacerlo. Nevó pronto, año de nieves, año de bienes, pensé, inocente de mí. Pero nos dio muchos momentos divertidos.

Diciembre acabó como empezó Enero, y es esta una de las cosas que debo agradecer a este 2021, que por malas o buenas, me ha unido a mis amigas como hace años que no lo estaba. No quiere decir que no lo estuviera, pero el lazo se ha hecho muy fuerte, casi irrompible este año. Tanto y sobre todo, en las duras, que lo han sido, y mucho pero también en las maduras, que como nos hemos reído y que felices hemos sido, porque así ha de ser.

La amistad se afianza riendo y llorando, con confianza ciega y sin agobiarse, dejando espacio pero preparadas para derrotar a dragones por muy fiero que sea su fuego. Porque así es la amistad para mí, nada pide, todo da, y por eso me pongo tan feliz, porque soy ampliamente rica. Gracias Cris y Silvia, a vosotras especialmente por ese año maravilloso, de amistad intensa, de nudos que no se rompen.

Gracias a todos mis amigos de La Jaima por hacerme tanto bien este verano. Porque todos y cada uno de vosotros me ha hecho un enorme bien este verano. Porque alguno de vosotros, me demostró que, aunque a veces pareció querer estar lejos, no quiere decir que nuestra amistad haya sido debilitada. Porque cuando alguien esta metido en la mierda -como puedo estarlo yo ahora- un amigo se aleja y le deja respirar, se sienta lejos pero haciendole ver que estas allí, cerca para abrazar, o para lo que haga puta falta.

Sentada en un banco en diciembre con una cerveza en la mano, con una persona Hogar a escuchar cosas no dichas en meses, e incluso a algún iluminado que pasaba por allí; cualquier momento y cualquier lugar es perfecto para demostrar que estás allí, asomado y preparado para abrazar, haciendo saber que estás; o lo que haga falta. A vivir momentos raros o bonitos pero con tus Personas, fortalece lazos y espíritus.

Los nueve primeros meses de este año, han sido los más duros pero también los más bellos de toda mi vida profesional. Tengo tatuado con fuerza en el corazón y cómo no puede ser de otra forma, al Centro de Salud Puerto de Sagunto 1. He trabajado durísimo como la gran mayoría de mis compañeros; me he implicado en la vida del centro hasta el fondo de mi corazón, hasta el fondo del abismo cuando ha hecho falta y a tumba abierto, pero he disfrutado de cada instante, de cada sinsabor y de cada risa. Como todas las etapas, al cerrarse; sobre todo esta tan intensa y satisfactoria; crean una herida en el corazón. Pero, en este puto mundo del sanitario, da igual lo bien o mal que trabajes, si te limitas a cumplir o lo das todo, lo que sepas de tu trabajo, tu formación y todo lo demás. Eres un sencillo número y no le importa a nadie.

No obstante también diré que mucha gente me quiere, mucho incluso. Me he reencontrado con compañeras que se han convertido en amigas, como Cani, Angel, Paco, Silvia -mi mentora en pediatría-, Eva y María José, mi gran Rafa… Me he rencontrado con compañeras que, sin haberlo pretendido se han convertido en amigas, confidentes, y «gemelica de alma» porque a Alicia la tengo guardada en mi cartera de personas hogar ahora y por siempre, gracias Amiga. Me he reencontrado con amigas que se han convertido en compañeras de trabajo, como mi Merche del alma.

He descubierto a personas que se quedan por siempre, como mi Ana Silvestre, médica de almas y corazón de oro, mi queridísima Azahara del alma; y que no decir de mi recíproca rubia Vicky, y de mis blacks, que conquistaron mi corazón, Eugenio y Keyro, se os quiere.

Compañeras nuevas e inolvidables, con algunas mejor y con otras menos, todas y cada una de vosotr@s, formais parte ya de mí para siempre, con largas horas y risas.

Mención especial merece mi jefa… siempre lo será aunque no vuelva a trabajar allí. Gracias Monti, por los buenos y malos momentos, por las horas de trabajo interminables, por los mensajes mazazo pero, también por tu buen corazón y por el cariño que siempre, siempre me has demostrado y me demuestras, porque se que me quieres… porque ha sido un honor, y porque el sentimiento es mutuo, por tantos momentos de curro pero de fidelidad a toda prueba también. Recuerda que soy «la balilla», sería un honor volver, pero más lo es haber estado, desde aquel primer verano en galeras.

Mi familia, como todas, causa felicidad y sinsabores, pero las dificultades hacen que el amor por cada uno de ellos crezca y te inunde el corazón. Tengo un fabuloso compañero de camino, que formamos un fabuloso equipo en muchos niveles y que formamos un sostén para el otro en cualquier situación. Doy gracias cada día por ello. Dos hijos maravillosos, y adolescentes, y unos padres y hermana a los que no se puede querer más. Una familia «política» a quienes quiero mucho. Un año en el que hemos podido viajar en familia y en pareja, como hacia tiempo que no hacíamos.

Y a todos los que están y permanecen en mi vida, gracias. Amigos con mayusculas y personas hogar, que también han atravesado dificultades, y a los que solo espero seguir acompañando en el camino de sus vidas, cerca y lejos, como ellos requieran. Como Alejandro, que ya forma parte de nuestras vidas con un alma que no le cabe en el pecho; como mis Personas, Clara y Blas, con quienes humildemente quiero seguir manteniendo y creando tradiciones. Como Amparo y Juan, con quien espero retomarlas, como con Encar y Sonia, mi hermana adoptiva Ana G…. tantos y tantos… Como el grupo de Amigos del Armelar, con quienes discuto y me rio apasionadamente… Y por supuesto mi maestro y mentor, Federico, que un año más sigue a mi lado, con nuevos proyectos; gracias.

Por todo ello y aunque me vengan mal dadas y haya sido un año jodidamente horrible, tengo muchas cosas por las que recuperar la ilusión y volver a ser yo misma. Un año jodido que ha obrado milagros, ha fortalecido lazos y ha hecho brillar a personas a las que no había hecho caso suficiente.

No puedo nombrar a todos, pero a todos os tengo, porque para bien y para mal, todos me habéis enseñado algo.

De forma 2021, que tengo ganas de despedirme de ti pero que me ha brindado poderosas armas de aprendizaje, que aunque me han hecho bajar al abismo, me han hecho tener ganas de renacer más fuerte y poderosa.

Así pues, bienvenido 2022, te espero con ganas pero con mucha precaución. Cuidaos.