El amor y la capacidad de amar es algo que no está al alcance de cualquiera.
Para amar, hay que poseer una característica muy específica, ser generoso. Porque amar, es darse, entregarse al otro, aguantar defectos, enfermedades, malos humores, caprichos, dificultades en la vida del otro. A cambio ¿a cambio? tienes millones de cosas, una mano que te sostiene en los malos momentos, un corazón entregado, dispuesto a luchar por ti en las peores guerras de una vida.
Pequeñas o grandes batallas, siempre habrá un soldado, a tu lado para hacerte la vida un poco menos cuesta arriba.
A cambio tienes una mirada de apoyo que lo significa todo, una conversación sin palabras, una mano que te levanta o que te ayuda a descansar, a llorar, si lo necesitas, a ser más grande como persona…
Porque no hay nada más triste en esta vida que amarse a uno mismo por encima de todo lo demás.
Es esencial, amarse a uno mismo para poder amar a los demás, pero no es menos cierto que uno, no es completo sin los demás.
Porque si utilizas a tu pareja, amante, amigas (que por supuesto no serán sino instrumentos), compañeros, vecinos, como meros peldaños para subir a la cima, al final, al pie de esa frágil escalera alguien se dará cuenta de lo que estás haciendo, y nadie querrá salvarte de la caída.
Me da pena esa gente, porque al fin, morirá sola, triste y arrugada en su propia miseria, de egoísmo y de cáncer incurable, sin amigos y sin nadie que la quiera, porque no hay peor castigo que la soledad no esperada, la impuesta por tus propios actos.
Soy consciente de que yo he tenido la mayor de las suertes en mi vida. Enferma, sin poder llevar un vida «normal», hay mucha gente necia, que llevada por sus propios sentimientos egoístas piensan que yo jamás encontraría una persona que me quisiera, sino fuera por mi dinero o mi futuro dinero, (que espero tardar años en recibir), si alguien se «sacrificaba» a vivir a mi lado era solo por ese motivo.
Bien, he encontrado a una persona bella, generosa hasta lo indescriptible, que me ha dado su amor, sabiendo a lo que se enfrentaba. Muy pocos estarían dispuestos a compartir la vida que me ha tocado en suerte. Yo estoy orgullosa, pese a todos los escollos, porque tengo amigos que me quieren, familia, un marido y unos hijos increíbles y muchísimo amor a mi alrededor.
A esa gente que confunde amor con interés y cree ser el ombligo del universo, solo le deseo que el mundo no le pague con su misma moneda y no se quede sola ante la muerte, porque aunque sea eso lo que merezcan, los que somos generosos y capaces de amar, no le podemos desear eso a nadie, porque sabemos que su propio egoísmo será, sin duda su peor castigo.
A aquellos que siembran semillas de odio a su alrededor y dedican su vida a desacreditar a los demás, en un patético intento de ascender gracias a los deméritos de los demás, más importantes que sus propios logros. A todos ellos decirles que me produce una enorme lástima que una vida se desperdicie deseando el mal al prójimo. La experiencia ha demostrado en incontables ocasiones que la vida te devuelve siempre tu propia medicina.
Solo queda pues dar gracias por la enorme suerte de contar con mi marido,ese gran ser, de corazón generoso con el que comparto mi vida, mis sueños, y mis preocupaciones, y para él que vivo, sus penas, sus alegrías y sus anhelos. Gracias por existir amor, y estar a mi lado y mostrarme tu lado más humano, por haberme acompañado en el camino para conseguir el amor de nuestros pequeños que nos dan la vida.
También gracias a todos mis amigos, que nos hacéis ser personas más ricas, más plenas, más satisfechas con la vida, porque la vida cobra más sentido gracias a vosotros. Porque la riqueza son los amigos y el amor, que el dinero tal como viene, se puede ir.
Gracias a tantas buenas personas que, sin darse cuenta alegran la vida del prójimo. Gracias a esos que dedican una sonrisa a un desconocido, para alegrarle el día, gracias a todos e los que simplemente no le deseamos mal a los demás
A la reina ámbar por inspirarme esta egosión.
