Así como lo leéis, con casi 40 años…, voy a escribir una carta a sus majestades, o al Señor, o cada uno que crea, en lo que crea; ni me pronuncio, ni desvelo, que últimamente se ha puesto de moda, ya no juzgar sino más bien condenar al prójimo por sus creencias.
Y ya no escribo esta carta abierta para pedir, sino más bien, para dar gracias primero y, ante todo.
Gracias, o GRACIAS, así en mayúsculas y negrita.
GRACIAS por dejarme al hombre que más admiro, junto a nosotros mucho más tiempo, por darle la fortaleza para seguir luchando, y por darme la oportunidad de vivir sus caricias y su amor. Y por unir más si cabe, a esta familia, que demuestra que a las duras es la mejor del mundo mundial; que, aunque la vida te las traiga mal dadas, juntos es siempre mejor.
GRACIAS por darme unos hijos tan buenos, tan sanos, tan bonitos de corazón y desobedientes lo justo, porque siguen mejorando día tras día. Y un marido tan bonito que es mi AMIGO, mi compañero de vida, de camino y de trabajo.
GRACIAS por permitirme continuar con un estado aceptable de salud que me permite desarrollar todos los proyectos que me planteo, este ha sido un gran año; y solo pido poder seguir así mucho tiempo. Tengo teclas si, pero por lo menos ya no son “excluyentes” y ahora a las únicas teclas que golpeo son a las de este ordenador, cada vez más y más, como si fuera el ultimo día.
Y como no podía ser de otra manera GRACIAS; gracias a todas las personas que la vida me ha puesto en el camino, para poder abordar estos magníficos proyectos y por brindarme la oportunidad de trabajar sin descanso en ellos. Como ellos ya saben quien son, no me voy a repetir.
GRACIAS a la enfermería, por abrirme un mundo maravilloso, basado en el cuidado a los demás y cuidado a mi misma también, porque cada sonrisa de un paciente, es energía para mí y para mi propio corazón. Gracias por enseñarme tanto día tras día; a enseñarme que no hay que rendirse jamás con ningún paciente. Hay que darle siempre la excelencia en los cuidados… y hay que también tener paciencia a veces. La #enfermeriavisible y la #excelenciaencuidados es maravillosa e imprescindible en la vida. Ya sea en una consulta o quirófano de trauma, de primaria o en una consulta avanzada en heridas. O en la universidad también, para que las futuras generaciones sean incluso mejores que la nuestra.
GRACIAS porque la empresa a la que pertenezco está saliendo airosa, de todo.
GRACIAS por darme amigos tan maravillosos como los que tengo, y dejar que permanezcan a mi lado, por dejar que les cuide lo mejor que se; y que me perdonen si no lo hago. Vosotros ya sabéis quienes sois. Ocupáis un gran espacio en mi corazón.
Dicho todo lo anterior, no les voy a pedir a SSMM que el día 6 me traigan nada nuevo, aunque siempre hace ilusión…; solo les pido que me mantengan todo lo anterior, para que en mi corazón solo haya paz.