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EL GOTA A GOTA

Los goteros…
El hospital tine muchas cosas malas, claro, si estás allí es que no estás muy bien físicamente, y cuando sales también estas mal de la cabeza.
El tiempo lo marcan los goteros, tic, tic, tic, tic, tic, tic, tic, tic, tic, tic…. y eso te ayuda a pensar. Una versión cutrecilla de estar en la playa. O quizá más exacto al lado de un grifo que gotea.
Hay dos tipos de pensamientos hospitalarios. Uno del ying y otro del yang. Puedes pensar quizás que eres una desgraciada, pobre que malita estoy aquí en el hospital encerrada, mientras los demás se divierten por ahí, y casi nadie me llama.
El otro, que es el mío, es mucho más positivo. Estoy aquí porque estoy enferma y me van a curar. Como no voy a salir, voy a pensar en lo que puedo hacer cuando salga, que será mañana, o quizá no, pero así tengo más tiempo para pensar…TIC,TIC,TIC,TIC,TIC
Y pensar, ¿en que se puede pensar? Se puede pensar en que lo que más ganas tienes es de curarte, pero del todo, y poder abrazar a tus hijos, que es lo mejor que te ha dado la vida. Puedes pensar en este blog, en este pedacito de mi, que comparto con todos los que me leéis con infinita paciencia. En la suerte que tengo de contar con tanta gente que me quiere.
Pensar, si, pero siempre pensar en positivo. Porque, aun estando ahí, has de dar gracias por haber estado, en manos de los mejores (bueno, esto no es siempre así, pero si en este caso), en manos amigas que te sonríen, que comparten contigo las horas, los minutos.
TIC,TIC,TIC,TIC,TIC,TIC así no parece que pasen nunca las horas, pero de repente, te das cuenta de que ya ha pasado un día más, un día menos que falta para respirar la luz y el viento salado del mar Mediterráneo.
Piensas en tus amigos, que los tienes y muy buenos. En los hospitales pasa una cosa muy curiosa, es algo así como los cruceros. Ls sensaciones, y los sentimientos, son muy intensos, para bien o para mal. A lo mejor e paralelismo del agua, no va pues tan desencaminado. Piensas también en cualquier relación interpersonal que te preocupe, y por alguna razón, lo miras con otros ojos. Eso no significa que cambies de opinión, pero al mirarlo de otra manera, te das cuenta de que lo que pensabas era cierto o no.
Las personas «visitantes» hacen cosas muy curiosas, y te miran raro, como si te fueras a romper o algo así, y ahí te das cuenta de que palo van.
Quiero decir, si la persona «visitante cuidador@»se preocupe de que no te duela ni la uña del pie,  o si solo levanta la cabeza de aquello que la este distrayendo, tele,periódico…. cuando la interpelas directamente. Esto no es en absoluto censurable, nada de eso. Solo que te da pistas… en un momento en el que además tu sensibilidad está a flor de piel.
Tic,tic,tic,tic,tic,tic,tic,tic No hace falta que ves «la luz» o tu «vida pasando ante tus ojos», el solo hecho de estar enferma en un centro hospitalario, te hace replantearte muchas cosas de tu forma de vida,
No me voy a convertir al Islam
Pero si que voy a obviar a la gente que no es interesantes, para dedicar todo mi tiempo a las personas que más quiero, es especial a mi marido y  mis hijos, que son mi vida, esa por la que he luchado estos días.
Voy a mirar la luz y dar la espalda a las sombras, que las sombras ya nos encuentran sin necesidad de mirarlas.
Tic,tic,tic,tic,tic… eres incapaz de quitar los ojos de esa cosa, te quedas atrapada mirando coma caen las gotas mientras valoras la vida, una y otra vez…
Eso es un ingreso hospitalario
Ahhhhhh no puedo dejar de reconocerlo. Los ingresos traen también un consumo maníaco de la televisión que te mantiene en el mundo real, incluyendo al detestable mundo real del cotilleo, que fuera de esas paredes, no pondría nunca. Y no por estúpidos principios, sino porque para lo que dicen, prefiero leer o escribir y reír, y jugar y VIVIR