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LAS REDES SOCIALES

   Vamos a dejar sentado de antemano, que si, que yo soy adicta a las redes sociales; que según la definición de Marck Zuckelberg, ese universitario frikie, que cambió nuestra forma de comunicarnos, soy alguien, porque tengo más de trescientos amigos en el el «caralibro».
    Pienso asimismo que dichas redes sociales, Facebook, Twitter, Tuenti (esta no lo se, porque ya no tengo edad), son una maravillosa plataforma para darte a conocer en el mundo de hoy, económica y exponencial.
    No obstante, pienso que nos estamos volviendo locos.
    Trescientos treinta y cuatro amigos, contactos vaya, algunos hasta compañeros del jardín de infancia, que te hace ilusión reencontrar en el ciberespacio, pero con los que no aguantarías ni un café, contactos de aquí y de allá, colegios de los niños, universidad, trabajo, segunda residencia, fan pages varias, falla (entiéndase como asociación cultural valenciana, de gran tradición y fuerza social que une a un grupo de gente por barrios y/o afinidades y con vertiente religiosa, y lúdico festiva que crean unos lazos familiares muy definidos e inversamente proporcional al numero de miembros de la misma, definición útil para aquellos que no sean valencianos).
    Entre unos y otros sin darte apenas cuenta resulta que tienes 334 «amigos».
    Conozco a gente que se ha enfadado con un compañero de trabajo o con un colega de copas, porque lo ha eliminado del facebook, «Me has eliminado de tus amigos» o «Me has bloqueado la privacidad» o incluso «Soy tu madre/padre y no me has admitido en el facebook» Unos problemas espantosos, unos conflictos irresolubles, casi. Que ha habido gente que se ha dejado de hablar en la vida real por problemas en el CaraLibro…
    Pero si el frikie que lo inventó lo hizo para vengarse de su novia… ese es el origen de esta red social…
   Pero ¿qué es en origen una red social? La comunidad de Harvard University, donde nació el FCB que era tan grande que necesitaban herramientas informáticas para comunicarse entre ellos. Hoy por hoy incluso las PYMES utilizan pequeños chats para que todo el mundo se entere de determinados mensajes, o un pequeño grupo.
  La gran carencia de esta sociedad es precisamente su tamaño, que al ser tan grande necesita de herramientas no humanas, para no perder la humanidad, para no ser seres solitarios. Paradójicamente la gente ahora tenemos una pulsión casi obsesiva por comunicarnos, mensajes en el facebook, SMS, Whattsapp, Messenger o Twitter, nos lo tenemos que contar todo enseguida, inmediatamente, pero la mayoría de las veces no somos capaces de mantener una conversación de mas de… diez minutos, con esas personas con las que nos comunicamos.
    En una sociedad global de hipercomunicación, cada vez, hablamos menos.
    ¿Y que mejor red social que la vida?
    Ir a llevar o a recoger a tus hijos al colegio o parada de autobús y cimentar una bonita relación con los padres y madres, que son como tu, a veces descubrir que tenéis muchas más cosas en común de las que pensáis, y convertir esta relación, en una sólida amistad.
    Pasear por la calles del barrio o el pueblo pequeño, y sobre todo en este ultimo, conocer a los primos, padres, tíos, o abuelos, sus amores y desamores de tu interlocutor, y eso sin esforzarte demasiado, que si muestras interés… puedes incluso averiguar con quien se acostó la primera vez..
    O una comunidad de vecinos, que si encima tiene zonas de esparcimiento comunes, acabas por saber todo de esa persona, a poco o ningún interés que le pongas.
    El trabajo, en un estado de normalidad, es como un grupo cerrado, donde todos lo acaban sabiendo todo del otro. O gran parte, que siempre somos más pudorosos (como los que configuramos una ferré a privacidad del cara libro), y nos guardamos lo verdadero en el interior, para solo mostrarlo a los Amigos de carne y hueso, y eso solo a veces.
    Siendo adicta al FCB y al Twitter, afirmo rotundamente que la mejor, y consecuentemente la más peligrosa también para tu intimidad, es aquella que no se dirime a través de un teclado, sino aquella en la que sientes el calor o el frio de tu interlocutor, le oyes la voz, e incluso le ves la cara.
    La mejor red social, la más bella, es la vida misma, aunque seas más vulnerable. Eso también forma parte de ser persona y no perfil. Peligroso y bello, como la vida.
   ¿Me aceptas como amigo de carne y hueso…? Mi perfil ya lo irás descubriendo con el tiempo. Es la verdadera amistad.
      Por cierto, hemos bajado…ahora tengo «solo» 287 amigos….