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REVELACIONES DEL CUIDADO I

Dolor, amor, amistad y lealtad; tan necesario para la persona como el aire que respira.

Esta semana me he dado cuenta de varias cosas. Debo ser muy lista yo.

Me he dado cuenta de que tomas conciencia del grado de amistad que te une a determinadas personas cuando; por algún motivo, generalmente trágico, sientes dolor físico o de duelo cuando ellos lo sienten, pese a que no estuvieras directamente implicada en la situación.

He sido por primera vez en mi vida; consciente de que adoro una profesión, para la que me preparo dura y firmemente. Que cuidar es mi pasión; y para ella me preparo cueste lo que cueste. Todo ese amor al prójimo y  a su cuidado, lo está además inoculando cúal vacuna en mi corazón mi tutora del primer curso de enfermería. Mi sueño, que cada ve veo más cerca de cumplirse.

Ella, Elena, transmite la enfermería con una pasión y una alegría sin igual; sus ojos desprenden amor por la profesión. Sus ojos quiero que sean los míos…, ella ha puesto palabras a lo que he sentido toda mi vida. Los enfermos no somos números ni patologías; somos personas que tenemos tanto que ofrecer que a cambio de una caricia o una sonrisa a tiempo somos capaces de todo. Ser enfermera para mi, es al fin y al cabo una profesión de vida, y con cierta dosis egoísta porque a poco que des…recibirás mil veces más.  Gracias Elena, por enseñarme esto.

La vida ha sido y es; a menudo, enormemente cruel conmigo. La fatalidad y los condicionantes sociales que me han rodeado desde mi alumbramiento; han hecho que, además de estar enferma, nunca me hayan permitido estar sana. Ambos conceptos no han de estar contrapuestos necesariamente. Solo han de permitirte ser independiente en tu auto cuidado  y conocer cuales son tus logros potenciales; a la vez que se te otorga la libertad de lograrlos o conformarte.

Yo, cúal pirata o bandolero, he tenido que ganar combates para cualquier parcela de autocuidado, exigir que se me explicaran cuales eran los procesos para ser auto suficiente; y que, me castigaran por ser demasiado independiente. Mi vida entera es una sucesión de contradicciones.

Cansada de luchar por batallas que, aunque ganadas eran castigadas, o; peor aún, ignoradas, llegó un momento en el que dejé de luchar, el día en que mis ojos se oscurecieron, se tornaron opacos y dejaron arrastrar mi alma por el camino marcado de losas amarillas. Un camino que más que dorado fue gris y en el que siempre fui la enferma dependiente que nunca he sido.

Recuerden mi post anterior, que cito…

«Niña de ojos tristes, vuelve a sonreír por mí y haz que ese par de ojos verdes sonrían,  de una escalera a la luna quizá de un mundo que no deje nunca de hacernos soñar.¿Soñar en qué? En estar lista por la mañana para cuidar a los demás, en darles a las tres personas más importantes de mi vida, las que me quieren como soy y por lo que soy; pero también me quieren por lo que no soy. Soñar en un mundo en que no me tengan envidia y a la vez compasión; amor y odio, que me traten como a una igual, y por eso, niña de ojos triste hemos de cerrar esos ojos, y al abrirlos tu ya no estarás, y solo yo lo haré; luchar por el mundo en el que quiero estar. Aquí o lejos tal vez. Un mundo donde todos somos distintos e iguales, donde no hay falsas promesas que se incumplen por sistemas, donde la mentira como cualquier falta se perdone. Donde las faltas y su perdón sean reciprocas, si yo puedo tu puedes, si tu lo haces yo lo hago; como la mosca que se quema al seguir la luz. Un mundo donde la niña de los ojos tristes no esté porque no haya lugar para ese reflejo de mi misma. Y no lo habrá en un mundo que mire dentro de mí, y no a través de prismas tan extraño como los espejos deformados… quizá por la culpa, quizá por el rencor o quizá por la compasión»

Esa niña de ojos tristes he sido todos los años en los que me deje arrastrar, y aún arrastro grandes y pesada cadenas con grilletes en mis tobillos. Pero ahora me he levantado, y he decidido salir del caminos de losas amarillas, e irme al de roca escarpada.

¿Qué tiene esto que ver con darme cuenta de lo que es la amistad? Yo sabia lo que era para mi la amistad, lo que era yo como amiga y lo que debía esperar de mis amigos; pese a lo cual me he llevado muchas bofetadas en esta vida; pero estas te enseñan a levantarte más sabia. Y aunque peque de inmodesta me da igual… yo podría dar un master sobre aprender a base de castigos negativos.

 Para mi la amistad, y las relaciones con la gente de mi entorno que no puedan llegar a considerarse amigos; ha sido mi lei motiv, yo vivo por y para mis amigos, por y para los que me importan, incluyendo esto a mi familia.
También para los que no lo son, pero estan a mi alrededor, porque es preferible una sonrisa y una palabra de aliento que un bofetón (verbal) cuando lo hacen mal; porque es mas fructifero sonreír que despreciar.
Para mi siempre ha sido importante de forma inconsciente, ponerme en el lugar del otro, e implicarme en su problema, si ellos no lo impiden. Implicarme hasta el punto de sentir su dolor y hacerlo un poco mío. Entonces si, son definitivamente, amigos para siempre.
Y los que no sean mis amigos, los que en un futuro sean mis pacientes, me recordaran como aquella enfermera cuyos ojos comprendían, que le sonreían y se paraba siempre a decirle unas palabras. Yo siempre recordaré a aquellas enfermeras (o enfermeros) que lo han hecho hasta ahora en mi vida, que han sido muchas… a las otras, simplemente les tengo lástima.
Un amigo en cuyo muro de facebook he puesto hoy unas palabras, me ha dicho que siempre pensó que sería una buena escritora. Bien, no lo sé. Puntúo mal, o eso me dice otra amiga. Lo que si se, es que en este blog; cada una de mis palabras, llega desde el corazón; con intención de llegar al tuyo, seas quien seas.
Y así con todo, me dejo guiar por el corazón, por el instinto y el sentido común, me involucro. Y así quiero ser, esa soy yo. No quiero estar por encima de la gente, sino caminar con ella. Quiero ser amiga de mis amigos.
Cuando con alguien, me guio solo por la cabeza, es que me han roto el corazón en mil pedazos… y eso, poca solución tiene, que ni el Doctor Vilches arregla eso…
Este post va dedicado a mi mejor amigo; a la familia Z, a quien ya coloco en mi Olimpo de amistad particular; a A.V a quién debo mucho, que me ha enseñado (o lo intenta) a puntuar, y a quien a veces mandaría a…; A Sonia, que de un modo u otro, ha conseguido clavar su nombre  afuego en mi corazón, y a muchos, muchos mas… Javi, Silvia, Encarna, Milena… y muchoooooooos otros pasados y presentes.
Y finalmente a aquellos que permitan que los cuide. Ellos me harán feliz, como espero hacerles yo a ellos.
Y a los que no entiendan esto, que se den cuenta de porque si que tienen razones para envidiar a una enferma sana, aunque ellos no se den cuenta.