Menú
Buscar

SOBRE MAFALDITA, EL MINDFULNESS Y LA VIDA

«El dolor es inevitable; el sufrimiento es innecesario.»

 

A veces la vida es muy jodida, pero de verdad ¿eh? y no sabes donde te vas a meter, o quizá estás pensando en escapar por un tiempo. La analizas, castigándote y pensando que, si hubieras hecho esto, o lo otro, de tal o cúal manera; tal vez y solo tal vez no te hubiera dolido tanto. A veces te sientes muy sola, aunque a nivel de pensamiento racional, sepas que no lo estás; en ocasiones ese sentimiento se apodera de ti de forma irremediable. Pero sabes que cada uno tiene su vida; con sus cuitas y sus placeres, que no dejan demasiado tiempo para respirar.

Un inciso; para aquellos o aquellas que crean que esto se refiere a ellos; solo decirles que no, que esto se refiere solo a mí, que no estoy pensando en una situación ni conflicto, ni pelea, ni nada en concreto. Y que me estoy cansando de que la gente se dé por aludida en cada cosa que digo. Revisen su Ego

 

Bueno… pues he aquí lo que he descubierto. Todo esto, la culpa, la desesperación, la soledad no justificada… se llama EGO y es nuestro peor enemigo, siempre está ahí, haciéndonos creer que el mundo gira por y para nosotros; que si algo es bueno es porque nosotros lo hemos permitido, lo hemos creado, lo hemos hecho posible. Por contra, si hemos hecho algo mal, nuestro ego nos castiga ¿cómo has podido, pero cómo?

Nosotros racionalizamos rápidamente, para defendernos de nosotros mismos, e intentamos echarle la culpa a los demás, al ambiente, a la crisis, a lo desagradecida que es una persona: «fijáte lo que me ha hecho», liberándonos de esa culpa; aunque en nuestro fuero interno nos sigamos culpando de ello. Bueno… pues yo ya me cansé. me he cansado de pelearme conmigo misma, por lo que yo he hecho mal.

QUE DEJE DE CULPARME POR LOS ERRORES DEL PASADO. (GRACIAS J.A)

Que deje de culparme por sufrir cuando me hacen daño, porque eso no va a hacer que deje de dolerme. Por contra me regodeo en el dolor… una y otra vez. Que deje de traer al presente aquellas palabras que tanto me dolieron, por existir únicamente en su realidad y no en la del resto del mundo; cuando una persona a la que quise las dijo; porque esta persona sigue formando parte de mi vida, y ahora caminas por un campo de minas cuando la ves. Que deje de pensar en como podía haber dicho esta o aquella cosa; las cosas suceden una vez… de nada vale volver a caminar ese camino una y otra vez.

Deja de llorar pues de una buena vez, porque de nada sirve que tu te sientas mal. Como poco al otro le da exactamente igual como te sientas porque se cree en el conocimiento y posesión de la única verdad. Con mala suerte -no nos engañemos, esto se repite más allá de lo que nos gustaría- el otro llegará a alegrarse de que te sientas mal, porque… él tenia razón. Deja de lamentar tu suerte porque una de tus mejores amigas se haya ido y no la puedas abrazar; al fin y al cabo se ha ido porque piensa que le irá mejor. Apóyala, porque siempre la has de tener.

Concéntrate en el ahora, respira. Mira, anda, decepciónate, sonríe y sigue andando. Porque ese es tu camino. Y es en ese camino, donde están todas las cosas buenas; y cuando tu cabeza, o tu corazón racional se vaya de nuevo hacia la ruindad, detente, respira, sonríe, y sigue adelante.

Para el Mindfulness la ruindad es culpabilizarse, resentirse, juzgarse, regañarse, reprimirse y obsesionarse. Fomentar el apego hacia aquello que nos hace daño. ¿Es o no una estupidez? Pues lo hacemos día tras día.

Por contra, el Mindfulness nos anima a la autocompasión.

Esta se compone de bondad con uno mismo: permitirse pensamientos, acéptalos aunque sean negativos sin luchar contra ellos y sin juzgarte; solo obsérvalos como si fueran olas que rompen contra la arena y mueren sin permitir sitio al resentimiento, perdónate y perdona.

Humanidad compartida formas parte del mundo. No vale aislarse pensando que solo tu estás sufriendo porque todo el mundo lo hace. De una u otra forma todo el mundo sufre, toma contacto con esa realidad. Seguro que no eres el primero ni el último en cometer el error que te ha conducido a esa tristeza. No te tortures escuchando esa canción que tan triste te pone; pero tampoco te evadas bailando cuando lo que quieres es llorar ¡Llora!, y después abrázate.

Atención Plena receptividad. No juzgues, no rechaces, no suprimas; pero tampoco te obsesiones con un pensamiento negativo… déjalos pasar, como a las olas ¿o acaso puedes parar las olas?

Todo este camino es dificilísimo de caminar, pero yo he dado varios pasos en la buena dirección. Ya no quiero huir, bueno casi nunca, a Tombuctú.

Si no estaba contenta con mi situación, solo tenia que cambiarla y andar un camino que suponía renuncias y recompensas; risas y lagrimas, pero ya no me quedé pensando en como sería… ¡Lo estoy caminando!

Gracias al MFN estoy cambiando poco a poco mi forma de mirar la vida, mi forma de mirarme. Otro día seguiré… con los cambios operados en mi. Hace un par de días tuve un problema, que en otra época me hubiera sumido de nuevo, y por meses en la depresión más absoluta. Bien, pues tampoco puedo decir que este feliz cúal perdiz, pero estoy tranquila, y cuando mi cabeza vuelve al problema, lo dejo marchar… por un rato. Y me vienen muchos más, de los que te rompen el corazón. Pero no puedo desesperar; y no lo voy a hacer.

Porque aqui todos estamos trabajando duro para que esta pequeña familia que navega completamente sola, salga a flote a pesar de la tormenta, y por Dios que lo estamos logrando. Pese a quién pese… que alguno hay…, navegamos dos en la misma dirección y con fuerzas crecientes… y eso es… maravilloso.

Gracias pues a ti cariño, por ponerte a navegar a mi lado, con esa sonrisa tuya lo podremos todo.

A mis hijos gracias por esa bella sonrisa que llena mi vida de METTA.

Gracias a mis amigos JyS por darme un regalo tan, tan bello, en un momento en que sin ellos saberlo, fue un salvavidas, un grito a la amistad más bonita.

A Amparo y Juan, por descubrirme está filosofía, que me está ayudando tanto, y por una bonita amistad, y al estupendo grupo de MFN que se ha formado.