Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música
quien no encuentra gracia en sí mismoMuere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito
repitiendo todos los días los mismos
trayectos,
quien no cambia de marca,
no se atreve a cambiar el color de su vestimenta
o bien no conversa con quien no conoce.Muere lentamente
quien evita una pasión y su remolino de
emociones,
justamente éstas que regresanel brillo a los ojos
y restauran los corazones destrozados.Muere lentamente
quien no gira el volante cuando está infeliz con
su trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo cierto ni lo incierto para ir
atrás de un sueño
quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida,
huir de los consejos sensatos……¡ Vive hoy !
¡ Arriesga hoy !
¡Hazlo hoy !
¡ No te dejes morir lentamente !
¡ No te impidas ser feliz !
Marta Medeiros, autora del Poema «Muere lentamente», erroneamente atribuido a Pablo Neruda, poeta chileno.
Muere lentamente quien no quiere vivir con intensidad su vida, o quien esconde la cabeza ante el dolor, quien no lo acepta, quien evita la verdad; quien evita mirar a los ojos para dar una mala noticia, o para decirle al de enfrente, que solo quizá, esté equivocado.
Muere quien se conforma, quien se resigna pero no se acepta.
Se marchita aquel que se esconde bajo el ala de la actividad, pero no se para a pensar porque está como está.
Muere quien vive de sus recuerdos y aquél que no quiere recordar; asimismo, muere quien tergiversa sus recuerdos a su conveniencia, tanto para vivir olvidando como para vivir rumiando nuestras propias miserias, que todos las tenemos.
Y por eso estoy aquí porque un día decidí emprender el camino de no retorno hacia la vida. Un día al que, siguieron otros muchos de reflexión y decisión, en el que me harté de vivir en un mundo que no me gustaba, con unas situaciones que odiaba, y en el que no quería ver en lo que me estaba convirtiendo.
Hace cinco años decidi dar un vuelco y ¡Vivir!, hace 4 empecé la carrera que ahora termino, y hace tres y medio emprendí el camino de la atención plena. Hace uno, aproximadamente, en que lo he convertido en una manera de vivir en serio.Ahora se mucho mejor quien soy, hace tiempo que la «tristeza» no me atenaza el corazón y que soy inmensamente feliz de hacer lo que hago aunque me cueste salud, y horas de sueño y cansancio eterno.
Hoy han pasado varias cosas muy bonitas todas ellas, bueno, estos días.
Primero ocurrió que una paciente de hace dos años, cuando yo hice mis primeras practicas, o sea, cuando no sabia más que hacer tensiones y medir glucemias… me localizó a través de una compañera, porque dijo, quería saber como le iba a aquella «enfermerita» a la que tanto cariño cogió durante un mes… Jo… y estaba tan malita… que apenas me podía creer que me recordara. Y me dijo una cosa que me sorprendió mucho.
«Un día me dijiste algo muy fuerte, me dijiste que yo era quien era, independientemente de como me sintiera fisicamente, que el dolor y el malestar estaba en mi pero yo era mucho más que eso. Que de curarme se encargaban los… (…) pero que era yo la que debía vivir con el dolor, que no malgastara mi energía, justita, en luchar contra el dolor. Yo pensé que estabas loca, pero luego descubrí que tenias razón.»
Huelga decir, que al principio le dije que eso yo, no se lo podía haber dicho. Pensé que al fin y al cabo, hace dos años no sabia lo que sé ahora. ¡Eso es plenamente Mindful! Cuando me aseguró que si y que su madre y D habían hablado tantas veces de ello, que era imposible habérselo imaginado. Rato después nos despedimos y me eché a llorar de emoción, primero porque eso le da sentido al esfuerzo, y porque además, si pude hacer algo por una persona tan bella, ya merece la pena.
Hoy han nacido lejos de mí Bruno y Erik, mis «sobrinos del alma» lejos en Reino Unido, son tan bonitos… y yo no les puedo achuchar, pero los llevo en mí.
También he tomado una decisión, un plan que todavía no esta confirmado, para seguir camino en la enfermería, puede que se me cierren algunas ventanas, pero con el empuje que tengo, tengo la certeza de llegar adonde me proponga aunque sea a través de carreteras secundarias.
Y cuando llegue, estaré mas viva que nunca, pero en este camino, inhalo 02 puro… y me hace alucinar… de dicha.
Por eso ya no me duele que ciertos personajes no crean en mi… los acepto, respiro y ya verán con el tiempo, quien tenia razón, y mientras eso llega…o quizás no, yo vivo en paz y sobre todo llena de felicidad.
Huyo pues de lo seguro y de los consejos sensatos que me hagan morir, iré hacia donde me diga mi alma -y mi cabeza lo apruebe- pero no donde «debería estar» sino donde me encuentre feliz.
El otro día fui con unos AMIGOS a comer, y luego ella me obsequió con un bonito tesoro, un diario de meditación. Un diario de alma, que llevo conmigo y donde escribo a cada rato. Pero creo que el «larousse» le queda pequeño a mi verborrea post revelación por lo que me voy a pasar cuando se acabe al digital. Lo más importante es que ese cuaderno tiene para mi una energía especial, la que da el cariño, y la complicidad más absolutas.
Hoy vi a una nena de unos 6 años por los pasillos del hospital, yo iba de calle, por lo que me sorprendí de que me reconociera, y gritó, a su mamá que mirara hacia mi, que yo era la enfermera que sonreía,y que hacia que las «indivacunas» dolieran mucho menos.
Por todo esto y mil detalles más la vida es bonita.
Pero esta es mi vida bonita, mi marido y mis hijos y el resto de la familia, los amigos, los nuevos bichitos que nacen para hacer muy grande mi gran familia de amigos. La enfermería, el Mindfulness, los compañeros, los pacientes…
Busca la tuya, aprende a vivir aceptando y viviendo con intensidad y atención lo que tienes, y a partir de ahí, cambiar lo que no te guste.
¡VIVE! No mueras lentamente