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ADIOS A UN CABALLERO

Adiós o hasta pronto, mi querido Guardiola.

A mi, siempre me ha gustado la forma de ser, de trabajar de expresarse y de hacerse querer, sin querer hacerlo. Porque no se hacia de querer sino de respetar. Y porque no decirlo, porque me recordaba a un amigo, catalán y «jefe de equipo» que tenia el mismo estilo y la misma bien llevada dignidad que Pep Guardiola. Ambos ampliamente merecedores de mi más ferviente admiración.

Hay que fastidiarse porque hasta para irse ha tenido clase y coraje, ha dicho me voy porque me siento deshinchado y vacío, y «allà per la tardor, jo ja savia que aquest era            l´ultim any». Eso significa que desde principios de temporada prácticamente (tardor es otoño, para quien no entienda el catalán) ya sabia que se iba, y no abrió la boca, y llevó a su equipo a la final de la copa de su Majestad el Rey, a la semifinal de la Champions, y ha estado a punto de quitarle la liga al Real Madrid. Ojala sean 16 y no quince los títulos que consiga en cuatro temporadas.

A mi de Pep Guardiola me gusta que no tenga pelos en la lengua, y que diga las cosas claras y altas, pero sin perder nunca (una sola vez) los papeles en una rueda de presa, que se portara siempre con humildad, y que transmitiera esos mismos valores a sus hombres (casi la totalidad de los mismos, provenían de la cantera del club de donde el mismo salió), el valor del esfuerzo, de la humildad, de la unidad, y del respeto hacia el contrario, de la deportividad.

Palabras de Carles Puyol «Habrá un antes y un después de Pep Guardiola, y estamos orgullosos de la huella que ha dejado en nosotros»

Yo me hice del Barça, porque me hice de Pep Guardiola, la verdad, a mi el fútbol la verdad es que a esos niveles no me alteraba nada…hasta que les vi jugar al fútbol, como un solo hombre, con una soltura y una coordinación asombrosas, y con una técnica espectacular, pero sobre todo jugaban y se divertían, aunque en la ciudad deportiva se dejaban la piel.

Yo recuerdo en 2008, cuando entró que se burlaban de él porque llamaba a sus jugadores para asegurarse de que no se habían ido de fiesta, o cuando el inspeccionaba (decían) el trabajo de los utilleros, para cercionarse de que nada se olvidaba o descuidaba. Por lo primero y por lo segundo le llamaban el dictador, también hubo quien le llamo inseguro, no sabe llevar un equipo tan grande. Bueno… creo que en eso se equivocaba. Hubo quien le quiso llamar más cosas, pero a palabras necias oídos sordos, y más cuando esas son las únicas sucias armas con las que desequilibrar a un contrario.

Ha ganado todo, todo, lo que un club puede ganar en toda su vida, y aun así se mantiene humilde.

Ha sacado al Camp Nou, a 22 jugadores de la cantera a debutar con el primer equipo, incluso en partidos importantes, fijaos sino en Pedrito, Señor que descubrimiento. Sin quitarle (jamás lo haría) a Del Bosque un ápice de mérito, los nueve jugadores del Barcelona que jugaban en la Roja, hiceiron que esta también fuera así deportiva… caballerosa, noble, y luchadora.

Gracias pues Josep Guardiola por hacer del futbol un deporte mas bello, un deporte que engancha hasta a quien decía que no le gustaba el fútbol, gracias por los títulos. Pero sobre todo gracias por tu caballerosidad, tu coherencia, tu nobleza y tu amor por el trabajo, por hablar en catalán cuando se dirigían a ti en ese idioma, y en castellano, cuando no lo hacían o cuando no había traductor.

Guardiola es un ganador nato, porque sabe que en eso consiste el juego, en ganar, ganar y ganar. Es también muy detallista porque sabe que los detalles pueden decidir un momento. Venera a su Club y se impuso desde un primer momento la regla de que él no era más que una pieza del entramado del Club. Ya hemos dicho que solo acepta contratos por un año y por lo visto no exige nunca un café sin pagarlo. No quiere ser un adoctrinador, solamente desea ser un entrenador, un buen entrenador.

Leí una vez que si un día nota a sus jugadores poco comprometidos, apáticos, con dudas, aunque sea un entrenamiento sin relevancia, se vuelve un hombre triste, desmoralizado, con ganas de dejarlo todo. No lo entiende. Con este carácter Guardiola lo ha de pasar verdaderamente mal. Su nivel de exigencia es tan alto, que a veces es difícil de asimilar para los demás. Si consigue la meta trazada, pues muy bien, para esto está trabajando, sin más «para esto me pagan»

Y ya para terminar  algunas anécdotas curiosas de Guardiola que me han llamado la atención, he leído una interpretación  que le han hecho de su persona y que dice que lo más llamativo de su rostro en los tres últimos años es su envejecimiento. La caída del cabello y las líneas de expresión de su frente reflejan un elevado nivel de estrés causado por su afán de perfeccionismo. Y continúa: “La forma de su barbilla muestra que es alguien muy orgulloso y el hoyuelo que en ella hay, que es alguien con sentido del humor, con el que no se sabe bien cuándo está de guasa y cuándo en serio. Persona con muchas inquietudes culturales que necesita siempre de nuevos retos. Sus ojos extremadamente abiertos reflejan su interés por observar y callar para luego opinar.

Tras el análisis de su conducta, rasgos y biografía, podemos observar a una persona que presenta dos formas de ser. En su faceta personal y privada nos encontramos a alguien más bien tímido, callado e introvertido. La procesión de todo lo que le ocurre va por dentro. Es tranquilo, tozudo, perfeccionista y muy orgulloso, tomándose todo muy a pecho (parece ser que a veces, tomarse las cosas muy a pecho, es hasta bueno y todo)

Gracias por enseñarnos a ser fiel a una bandera, a unos colores.

Yo tengo un amigo que se parece a ti…

Yo tengo dos sueños, el primero pufff es casi imposible, pero espero verlo por la tele; me gustaría que en la jornada de la próxima semana, en esta no que jugáis fuera, todo el Camp Nou se pusiera de pie, y coreara tu nombre, como un solo hombre, y yo pudiera estar allí para verlo.

El otro es que llegues a ser seleccionador de la Roja.

Gracias Sr. Guardiola, por habernos enseñando tantas cosas, y por haberme enseñado el valor del trabajo, de la seriedad y del saber retirarse a tiempo, que dicen que siempre es una victoria.