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CUMPLEVIDA DE NUEVO

Hoy, justo hoy, hace dos años salía de un quirófano con vida, uno del que pensaba que no saldría nunca. Por eso, hoy, es mi segundo «cumplevida» porque ahora cada 9 de abril, siento que llevo un año más agarrándome a la vida, mejorándola y sintiendo cada instante como feliz.

Porque hoy, justo hoy, me doy más cuenta que nunca, de lo que vale la pena en la vida, la vida real, lo emocionante que es vivir cada instante, bueno o malo, tenso o relajado, de peleas o de abrazos, cada cosa vale su peso en oro, cada cosa hay que vivirla para ser lo que eres, y para hacerte más rica.

Hoy, justo un día como hoy, el año pasado, me prometía que tal día como hoy, en el 9 de abril de 2021, lo celebraría como no había podido celebrar el primer aniversario. Bueno, el #putocovid de nuevo lo ha impedido. Solo puedo decir, que cada 9 de abril, entonaré mi canto -desafinado- a la vida.

Dejaremos los cánticos y los grandes fastos para cuando la epidemia nos deje. Hoy, solo me siento feliz por seguir viva, por haber contado con las manos y el corazón del maravilloso cirujano y mejor amigo, que me salvó. Por darle las gracias como si, efectivamente, la vida me hubiese ido en ello.

Me siento feliz porque hace un año y dos días que tengo trabajo, donde creo, la gente que trabaja conmigo me aprecia y me respeta. Me siento agradecida por tener la oportunidad de demostrar quien soy. De haber encontrado tanta gente bonita, como mi «melliza del ático», querida Ali; compañeras como Merche, Eli, Cani, Monti y su conteo de vacunas…y todas y cada una de las demás, somos muy grandes; rubias como mi querida Vicky, maravilloso descubrirte, otro regalo de la vida; o mis inestimables y queridos amigos Eugenio y Keiro… suerte encontraros en el camino.

Me siento dichosa de haber luchado en esta guerra en la que estamos y no haber caído enferma de Covid-19, ni nadie de mi familia tampoco; estoy orgullosa de la lucha de todos, aunque quiero que acabe pronto… y ser, con muchísima suerte, enfermera rural.

Me siento dichosa por caminar por la vida, beber de la vida, experimentar alegrías y sinsabores que de eso trata esta vaina, de agridulces.

Cada cosa mala te hace aferrarte más a las buenas cosas y luchar por ellas.

Porque nadie saborea tanto aquello que iba a perder, nadie se aferra tanto a la vida como cuando ha estado a punto de perderla; nadie la vive más apasionadamente que cuando, siente un dolor parecido, le atenazada el miedo y luego ve que no, que ha sido otra falsa alarma.

Nadie aprecia tanto el tiempo con su familia y vivir acontecimientos importantes con ella, que quien ya se había despedido.

Mis marido y amigo SALVA, mis queridos hijos, mis padres y mis suegros, mi hermana, mi hermana política, mis «cuñaos», mis sobrinos, mis personas hogar, mis amigos… todos brillan con luz especial, por mucho que a veces, te saquen de tus casillas, por mucho que a menudo, el devenir de la vida real, te de ganas de mandarlos a …., por mucho que a veces te parece estar gritando auxilio pero creas que nadie te escucha; por mucho que la vida se te ponga cuesta arriba…

Yo elegí vivir, luchar, un 13 de marzo del 19…. y un 9 de abril de 2019. Esta vez fue una decisión libre, facilitada por unas manos y un corazón de oro como las de Blas; me agarré a la vida y no me voy a soltar. Agarrarse a una vida que casi nunca es color de rosa pero que merece la pena vivirse. Luchar por valores como la familia, la amistad sin condiciones y generosa; el trabajo e la vocación; las aspiraciones y los proyectos… y ante todo, la salud que te permita luchar por todo lo anterior.

Sea hoy pues mi feliz 2º cumplevida.