Cuando era pequeñita quería ser doctora y saber mucha medicina…pero luego pensé, uffff seis años más el MIR, y la residencia y las guardias y… me casé con un doctor especialista en traumatología, que también cuesta lo suyo… También quise ser escritora, y ahora pues soy bloggera, que es lo mismo, pero en corto… y una lectora voraz, en analógico y en digital, que por mi no quede… Quise ser fotógrafa y ahora hago muchas fotos para la familia, pero sin cobrar ni nada. Lo que nunca quise ser y soy, por castigo es: patosa
Patosa, torpe, desmanotada, inhábil, desgarbada… todos sinónimos para describirme. Y no penséis que esto es fustigarme, no que va. Es ser coherente con la realidad, señores, que me suspendieron plástica a los 10 años, y me aprobaron dibujo técnico porque era una enchufada. ¿Cómo explicar sino, que te tuerzas dibujando una línea con la regla? o caerse en en plano recto y sin obstáculos (eso si, soy creativa, porque me los invento)
Quien sabe… a lo mejor es un arte ser TAN torpe, a veces me recuerdo a Pepe Gotera, pero por lo menos él tenia la excusa de ser miope perdido.
De mi anterior post en el presente, ya se podía deducir que en torpeza para caerme no tengo rival.
Pero es que como decía, para dibujar tampoco… yo he logrado, por ejemplo, reproducir una tinaja abollada, pretendiendo hacerla normal, o dibujar con compás una elipse cuando quise hacer una circunferencia. Una vez hice móvil de mariposas con papel celofán, que ni se movía, ni tenia mariposas, sino microbios de colorines y pegamento, y alambre doblado, en posiciones increíbles. Lo tiro mi madre, la pobre, para que no me fustigara. O un tapete hecho de pita (cuerda, leche) que había alli más hilo que cuerda, y pobre de aquel mantel a quien tuviera que salvar.
Las veces que intenté hacer petit point, no se porqué siempre acaba siendo grande ponit… no entiende porque…
O las cosas, que sin saber muy bien porque, se me empozan a resbalar, pero sin estar mojadoas ni nada, y se me caen de las manos, me pasa con todo menos con los bebés gracias a Dios, no se me ha caído ninguno. Y hablando de bebés que decir de sus puñeteros botoncitos.
Y la música…mmmm la música, que lástima eso de tener oído y llevar el compás y ser ABSOLUTAMENTE negada para tocar la flautista porque, los agujeritos son demasiado pequeños y los ponen en sitios equivocados, o mis dedos se ponen al revés que no lo sé.
Cocinar se me da bien, sorprendentemente, pero eso si, no hay ocasión en la que haga puchero, en la que no se me olvide o los garbanzos, o las patatas, o el apio… Una vez cogí una lata de berberechos de la despensa y aquello fue como el dominó… se fue todo al suelo… pero NO se rompió nada.
Solo hay una cosa en la que no soy torpe, en los ordenadores… Asi que, aquí seguiré dándoles guerra.
Una torpe resignada