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HASTA SIEMPRE… ¿O HASTA LUEGO?

Hoy, llovía, claro que no podía haber sido de otra manera.

Hoy, por última vez -en este contrato al menos, espero que vengan más-, he cerrado la puerta de «mi» consulta; con muchos abrazos sinceros de compañeros y de pacientes… muchos pacientes, que se han despedido estos últimos días  de mÍ, muy afectuosos. No dejas de pensar que si te tratan con tanto cariño es que tu, has sabido de alguna manera, transmitir el cariño y el afán de cuidado que te mueve cada día a levantarte de la cama.

Ha sido una mezcla curiosa de alegría y tristeza. Alegría sin duda, porque mi cuerpo me pedía ya a gritos, unas vacaciones. De pena porque me gustaría que hubiese un después, tras las vacaciones. Y sigo con la esperanza de que no sea un hasta siempre.

Me he hecho consciente, de la ingente cantidad de trabajo que soy capaz de llevar adelante, me he hecho consciente de las cosas que no se hacer, pero también de la cantidad de cosas que sí que se hacer, muchas más de las que creía, claro.

Me he dado cuenta de que en esta profesión, como en casi todas, pero más especialmente en esta; es vital tener al lado a buenos compañeros; por ello cuando tenia buenos compañeros en la consulta de abajo, la cosa fluía; pero cuando no, se hacía muy cuesta arriba. He de reconocer, que he tenido bastante suerte. Pero ha habido días muy duros este verano, días de querer tirar la toalla; pero mi testarudez y mi amor por esta profesión, lo curan todo; o al menos, ponen una buena tirita en la herida.

Me he dado cuenta de que a todos los compañeros me llevaré un trocito…, y todos para bien o para mal, han enseñado a una enfermera inexperta, muchísimas lecciones de vida y de profesión.

Especialmente en mi corazón.. Montiel por haberme dado esta oportunidad, Alicia, por demostrarme muchas cosas… Silvia, por haberme inoculado el amor a la enfermería de pediatría, a Merche, a Canelles, a Inma, a Paco y Manolo, a Paqui, a Elena…,  y … a Laura.

Laura me conquistó de estudiante, donde me enseñó muchísimas cosas, donde me mostró que su amor por la profesión y su capacidad de trabajo eran interminables; que además se podía hacer con alegría, que una compañera se podía convertir en amiga. Mi referente, mi «quiero ser como ella» Y ¿Qué decir como compañeras? Ni un solo pero, si te podía ayudar un poco, te ayudaba mucho, con una sonrisa y sin pedírselo. Porque si se lo pides, se desvive.. Estás viviendo momentos muy jodidos, amiga mía, pero… aunque no te pueda consolar, que sepas que tu estudiante frikie, está aquí con dos hombros, y mucho tiempo para dedicarte. Pronto nos veremos, princesa.

Hasta luego al CS Puerto de Sagunto I; mi primer contrato, mis primeras decepciones pero sobre todo, la primera oportunidad de desarrollar el trabajo de mi vida… Gracias por empezar a mostrarme la enfermera que voy a ser. Me gusta, mucho.