Esta canción, en negrita, es Quiéreme, de Nuria Fergó, y la cantó una novia en su boda, con el coro rociero, pero ella solita…con una voz, que cada ocasión que la oigo en YouTube (Boda Vanessa) se me eriza la piel… Algún día no se como (se que cantando no, desde luego) lo haré por mi marido, que se merece eso y más… pero de momento, esto es lo que pienso, lo que siento mi egosión. Espero que todo el mundo sienta un amor así… porque es la vida
Eres para mí como la luna, desnuda entre
la noche, guiando mis pasos hasta el amanecer.
Así que para mí eres lo primero,
aunque falte el dinero. Te quiero, sin oro ni
plata te espero, hasta el amanecer.
Eres para mi la noche y el día, porque no hay uno sin otro, porque sin ti me siento pérdida, porque no hay amor sino egoísmo, si en el amor es todo calma, todo sonrisas, no hay amor, hay aventura. Amar es querer, acompañar, sujetar en lo bueno y en lo malo, con sushi o con pan duro, en paro o con trabajo, estresado y relajado. Es no estar completa sin ti. Es querer vengar si te hacen daño
Tú serás la calma y el consuelo, y
el aire que me falta algunas veces. Agua del
arroyo blanca, agua pa’ saciar mi sed.
Yo creo que amar también es ser una botella de oxigeno para el otro, como el otro para ti, un refugio de todo lo malo, pero también una mano, un bastón que te ayude a escalar las montañas cuya cumbre se te resiste pero que has de coronar para seguir con tu camino, la pareja es tu compañero de escalada…, que te da agua dde cantimplora porque sabe que, llegado el caso, tu le darás de la tuya…
Quiéreme como se quiere por primera vez.
Quiéreme, quiéreme para los restos
de la vida. Quiéreme como sé que
tú lo hacías. Quiéreme de
noche, quiéreme de día,
quiéreme, que mi alma es una
bulería.
Falso, no obstante, el amor de la primera vez agota, enferma, el enamoramiento furioso, el amor es una carrera de fondo, donde no hay que correr, porque la extenuación hace que te caigas, cada uno necesita su espacio, sus otredades para seguir amando al otro de noche y de día, cuando te necesita, cuando le necesitas, cuando hace falta solo una mirada para saber del otro… No me quieras como la primera vez, quiereme día a día…
Agua del arroyo blanco, agua pa’ saciar mislabios. Agua de tu primavera, de mi zalamera, pa’
mi corazón. Susurraré mil veces al
oído a que jamás buscaré nada
fuera de tí, que jamás besaré
como te beso a tí.
Créeme, créeme, porque es tan
cierto lo que digo como lo es
el sentimiento de un
suspiro. Como el frío que siento en mi
piel, sin abrigos, sin beso, sin sed.
Ahí si, nunca buscaré nada fuera de ti, porque eres mi vida, porque haya piedras, curvas o escollos en el camino que hemos decidido continuar unidos, eres lo mejor que me ha pasado, eres el compañero, el amigo y el amante ideal, el compañero de batallas, el caballero a veces, el escudero otras, depende de quién sea la lucha. ¿Cómo, pues, encontrar algo similar en otra persona? Cuando la encuentras por fin, puede que no sea a la primera, sabes que es él, o ella
(….) Pero déjate llevar por el sueño que
una vez vivimos, que una vez te dí.
Porque si, porque como dijo un sabio «La vida es sueño» y hay que vivir con la cabeza en la tierra y el corazón en el cielo. Porque así mantienes la magia de aquellos días, pero adaptada a la cotidianidad del tiempo, porque vivir a tu lado es un regalo en si mismo que hay que disfrutar como en una nube, ciudándolo como a un niño para que no se rompa…
Gracias por darme el regalo de compartir tu vida… y tus acompasados ronquidos, sin los cuales…ya no duermo igual…