Hoy, por ayer viernes, ha sido un extraño día
Empezó como cada día, como el día de la marmota, cuando suena una y otra vez el despertador, abro los ojos pero me arrebujo de nuevo bajo el embozo y me pregunto seriamente para que levantarme, no merece la pena, nadie me necesita realmente. Voy a quedarme en la cama… hasta que oigo sus maravillosas, dulces y alegres voces matinales. Voces que te buscan y preguntan por ti.
Ese es el único impulso que te hace levantarte, y una vez fuera de ese maravilloso refugio que es el lecho, donde estas cómoda y caliente y nadie te hace daño, la inercia te prepara para enfrentarte a la incertidumbre de un nuevo día, siempre en guardia, siempre vigilante para ver desde donde llegara hoy la bofetada.
Dejas a los niños en el colegio, con un beso, con una sonrisa, con un corazón contento en medio de la tristeza, y coges le coche, y te encaminas a la rutina diaria de trabajar no se sabe muy bien para que, o donde, o para hacer que, cumples ordenes. Driblas las bofetadas espirituales, anímicas, las dagas clavadas con intención.
No obstante en medio de lo gris del mundo descubres gente cercana que te entiende sin que tu lo supieras, que aunque no pueda ayudarte te entiende y te hace ver que esta ahí, para ti, y eso te reconforta más de lo que podías imaginar.
Mientras que por otro lado descubres que la gente que te traiciona va de víctima por la vida, diciendo que esta «entre la espada y la pared» mientras que eso es de facto una mentira porque si has tomado partido por un equipo, ya no estas entre dos fuegos. Lo único es que quizá haya que fingirlo ante terceros para quedar bien, como víctima y no como verdugo, que en realidad eres, con ayuda… pero verdugo. Lo siento querido, así son las cosas. Por muy buen estratega que seas, llega un momento en que hay que descubrir las cartas y tu lo hiciste. Sin vuelta atrás.
Por otro lado, sin apenas pretenderlo y yendo siempre con la cabeza alta por ir de frente siempre, logras algo que consideraba de justicia, yo misma sorprendida del éxito de mi gestión, luego he pagado el enfado y las malas caras, claro, de nuevo y quizá pro penúltima vez he descubierto las cartas, y no he dejado que los que lo pretendían, lograran un propósito estúpido, «por sus santos cojones», simplemente porque no.
El hecho de plantearlo ha sido porque me parecía de nuevo justo, porque era bueno para todos, salvo para aquel que dijo no, por el mero hecho de blandir su bastón de mando, y para su mozo de armas, que como Sancho, le sigue la corriente a Don Quijote, haga lo que haga.
Era pues para quedarme con la conciencia muy tranquila, si he de ser sincera, no pensaba ganar una batalla, porque no pensaba lucharla. Quizá será que algo del sentido común cuya atribución me arrebatan sin miramientos existe en verdad, pese a que todo el mundo fuera de ese micro mundo lo vea y ellos no sean capaces por esos estúpidos argumentos que utilizan.
Hoy he ganado sin pretenderlo, una pequeña batalla, pero no me siento orgullosa, porque, pese a que he logrado hacer bien a varias personas, incluida a la empresa, de la que cada vez me siento mas lejos, por lo anteriormente expuest, porque no era yo la que luchaba, era un espectro de aquello que fui, temblaban las manos al hablar y tenia miedo de las represalias, que seguro, aun están por producirse.
Más tarde he ido a comer con una amiga, de esas con mayúsculas, por la que estaba muy preocupada a que negarlo., por su falta de noticias. Nos faltó tiempo como siempre. Pero me he sentido menos sola, porque últimamente me siento muy sola, tan sola, en un mundo de egoísmo… cada vez más me voy haciendo así, escondiendo mi corazón a las agresiones. Hemos recuperado tiempo y posiciones.
Es en tiempos convulsos cuando necesitas rocas sólidas y a mi cada vez me quedan menos.
Durante el tiempo de la comida, me ha llegado una estupenda noticia de que otra roca va a ser una mamá feliz, después de mucho tiempo detrás de ello. Me alegro de que la gente consiga sus sueños, otra de mis rocas, va a tener una roquita.
Después de varias horas de «introspección y paz doméstica me he encontrado con otro amigo y su familia encantadora, un amigo literario, un amigo del alma, cuya conversación siempre me llena de calidez, de paz.
Y para terminar ahora estoy en casa, en mi fuerte, en mi castillo de paz y sosiego, con los tres hombres de mi vida, mis perros y mi adorable sobrina que duerme tranquila a mi lado mientras escribo esta egosión. Una niñita que me transmite una ternura increíble par causas que no viene al caso. Estoy en mi único refugio…donde nadie me hará daño.
Ha sido pues, un día de triunfo no buscado ni menos aun esperado, pero triunfo al fin y al cabo, un triunfo que buscaba solo la lógica y la justicia.
También ha sido un día de hiel, porque para conseguir un día un trinufo ha tenido que ser a costa de los ideades, y de sueños truncados que nunca han de volver porque el mundo me ha desencantado.
De alegrias por lo demás, que iluminan un camino lleno de amargos tragos, sin visión del mañana, con las luces estropeadas solo ves oscuridad, solo ves traición, y veces, risas de mis tres seres queridos…